La mirada expectante que recorre las obras de Miquel Zaragoza queda paralizada y atrapada entre los colores vivos, llamativos y atrayentes que resaltan del lienzo, una de las muestras de expresión que maneja y cuida desde hace unos años, donde su fijación principal se centraba en la técnica del grabado.

Dentro de la composición artística que nace de sus pinceles, se encuentra el rincón de inspiración en los bodegones. El trazado ágil, seguro y espontáneo abre al espectador una ventana hogareña, descubriendo el espacio íntimo y cómplice del ser humano.

Miquel Zaragoza ofrece, a través de sus últimas creaciones, viveza y alegría a una naturaleza muerta, dándole un sentido vanguardista con el trabajo del acrílico sobre la tela, que recuerda y simula al uso de la madera como soporte artístico.

Sorprende y estimula la imaginación con el acabado final de sus creaciones, abstrayendo la realidad sin desfigurarla completamente, sino dejando la idea libre de un sueño que busca ser plasmado para recrear nuestra pupila.

Siempre investigando y analizando los estudios sobre pintura le han llevado a una continua e intensa actividad creativa que no pierde de vista el aire mediterráneo, en su luz clara que intensifica los colores y la armonía de los elementos, que unido a su espíritu innovador y progresista lo sitúa frente a la obra artística más actual.

El cambio de milenio en la historia de la humanidad, contará en sus anales con la mirada activa y penetrante que se deja envolver por la nueva visión que Miquel Zaragoza transmite en sus creaciones.