Fiestas de barrio

FIESTAS POPULARES DE BARRIO

En Altea se celebran fiestas durante todo el año, aunque el verano concentra la mayoría de ellas. Siempre hay algo que celebrar y en multitud de ocasiones se llenan las calles de alegría y ambiente festivo. 

Los Moros y Cristianos, Semana Santa, el Castell de la Olla, la noche de San Juan, son ejemplos de celebraciones y acontecimientos para deleitarse en Altea.

El verano en Altea es como estos veranos que vemos en la televisión, donde la gente viste ropa blanca, sombreros de paja y sandalias a conjunto para lucirlas ante el mar y bailar en una verbena. Altea es mediterránea y esto es lo que te ofrece.

Altea se caracteriza para ser el pueblo con más fiestas en verano de la comarca, llegando a cubrir todos los fines de semana de junio a septiembre con una fiesta de barrio.

Este tipo de fiestas suelen tener una duración de viernes a lunes. Dentro de estos días se encuentran actos como la “entrà de la murta” (pequeña cabalgata donde se reparten caramelos, juguetes o golosinas a los niños, es la tarde en la que se engalanan las puertas de las ermitas (con las que quedarán decoradas todas las fiestas). Coloquialmente se llama “murta” al arbusto que se cría en los barrancos de la zona (normalmente en lugares de difícil acceso). Es un arbusto de hojas verdes y que hace muy buen olor. En definitiva, le dedican un pasacalle a este arbusto con el que se engalana el pequeño “templo” para las fiestas.

 Calle del barrio de Bellaguarda con banderitas de fiesta

Antes de la entrà de la murta o, algunas veces coincidiendo en el mismo viernes se celebran las cenas “de cabasset” o cenas de barrio. Es una cena en que los vecinos del barrio se juntan en “la era” para cenar juntos y compartir comida y un buen rato. Suele haber disco-móvil, o revista musical o un dúo amenizando la noche.


Durante algún día a lo largo de las fiestas es típico ofrecer a los asistentes “coca a la Llumà” (masa con embutido, tomate verde, rojo y algún pez salado), otro de los días se suele ofrecer paella gigante para todos los asistentes o también concurso de paellas (donde grupos de gente se preparan su propia paella para comer, además de entrar en concurso). Dependiendo de la decisión que toma la comisión, cada año hacen paella gigante o concurso, o años que lo hacen todo.

Las tardes suelen estar dedicadas a los más pequeños, con juegos populares, “bota-bota”, animación o teatro. También alguna tarde va dedicada a la gente mayor, con las que se ofrecen bailes regionales, teatro o merienda.

Las noches son para bailar y disfrutar, orquestas de toda la zona vienen a los pequeños barrios del campo de Altea a ofrecer sus espectáculos. La gente joven disfruta mucho de estas noches.

Por las mañanas, hacia las 8h, la comisión de fiestas desfila por las calles del barrio lanzando cohetes al sonido de la música de los instrumentos tradicionales, como son la xirimita y el tabal. A este acto se le denomina “despertà” (acción de despertar al vecindario).

También están las misas tradicionales a los santos, cada domingo se le reza a un santo (al cual se le dedica la fiesta) y los lunes a los difuntos del barrio en cuestión.

 Hombres sujetando el tronco del árbol

Algunas de estas fiestas celebran el “Arbret”, como son las fiestas de San Juan, San Roque y San Luís. El “Arbret” es una tradición ancestral donde hombres y mujeres cortan un árbol (que fue plantado para esto y, hay que decir, que hacen replantaciones para poder seguir la tradición sin deforestar) y lo llevan a cuestas de manera muy divertida a base de agua (que se echan encima) y vino (que beben de los tradicionales botijos). Al sonido de diferentes cánticos la gente les lanza agua. A lo largo de este trayecto paran a merendar (embutido y salado con pan).

Sus ropas (camisetas) quedan rotas a lo largo del camino, puesto que es típico romper esta pieza para finalmente quedar colgadas en el árbol. Una vez llegan a “la era”, epicentro donde se celebran todas las fiestas, hombres y mujeres plantan el árbol a mano estirando de 3 o 4 cuerdas (según el espacio del lugar). La alegría se contagia entre todo el público asistente una vez plantado y la xirimita y el tabal tocan al sonido del espectáculo.


En el caso de la fiesta de Sant Llorenç, alberga el Castell de l'Olla, espectáculo que se ofrece cada verano en la playa de la Olla.

El Castell de l'Olla es un castillo de fuegos artificiales que se celebra el sábado más cercano a la festividad de San Lorenzo, y que
se ha convertido, a lo largo de los años, en un espectáculo pirotécnico muy reconocido que consigue citar a más de 50.000 personas cada año.

Cuenta con más de 30 años de historia y se caracteriza por el lanzamiento de los fuegos artificiales desde varias plataformas dentro del mar,
pudiendo disfrutar  del espectáculo desde diferentes puntos de Altea.

 Fuegos artificiales del Castell de l'Olla

Fue declarado, en 2007, Fiesta de Interés Turístico Autonómico de la Comunitat Valenciana.

Altea la Vieja celebra las fiestas de Santa Ana, Santa Bárbara (aunque Santa Barbara en el mes de diciembre) y La Purísima.

 


En las fiestas de Santa Ana el día de las paellas hacen una gran “banyà”, los asistentes se mojan enteros para suavizar el calor y pasar un mediodía de lo más divertido.

En el caso de las fiestas de San Pedro, que se celebran en junio o en julio coincidiendo con la patrona de los marineros la Virgen del Carmen se realiza una procesión marinera. Sacan a los santos en barcas de pesca y ante el pueblo lanzan al agua unas coronas hechas de laurel (en reconocimiento de los difuntos marineros).

Además, entre los meses de julio, agosto y septiembre se celebran las fiestas de San Jaime, San Roque, San Isidro, San Luís y, el primer fin de semana de septiembre, de San Tomás.  

Si tus vacaciones coinciden con alguno de estos meses, podrás participar en cualquiera de las fiestas, serás bienvenido a participar de las verbenas y los actos que se hacen para todos los públicos. ¡Altea y sus fiestas de barrio te esperan!