El “Arbret” es una tradición ancestral donde hombres y mujeres cortan un árbol (que fue plantado para esto y, hay que decir, que hacen replantaciones para poder seguir la tradición sin deforestar) y lo llevan a cuestas de manera muy divertida a base de agua (que se echan encima) y vino (que beben de los tradicionales botijos). Al sonido de diferentes cánticos la gente les lanza agua. A lo largo de este trayecto paran a merendar (embutido y salado con pan).
Sus ropas (camisetas) quedan rotas a lo largo del camino, puesto que es típico romper esta pieza para finalmente quedar colgadas en el árbol. Una vez llegan a “la era”, epicentro donde se celebran todas las fiestas, hombres y mujeres plantan el árbol a mano estirando de 3 o 4 cuerdas (según el espacio del lugar). La alegría se contagia entre todo el público asistente una vez plantado y la xirimita y el tabal tocan al sonido del espectáculo.